
Basada en un escrito de RALPH SPAULDING CUSHMAN
Encontré a Dios en la MAÑANA, en el mejor momento del día y su presencia fue cómo si saliera el sol y la gloria habitara en mí.
Todo el día permaneció la PRESENCIA, todo el día se quedó el conmigo... y navegamos en perfecta calma por un mar turbulento.
Otros barcos se vieron agitados y destrozados contra la costa, pero los vientos que a ellos arrastraban traían a nosotros LA PAZ Y EL DESCANSO.
Entonces, me puse a pensar en otras mañanas con cierto remordimiento. Mañanas en las que también yo había soltado amarras, dejando atrás a la PRESENCIA.
Por eso creo que ahora sé el SECRETO, que aprendí en mis dificultades, problemas, obstáculos y situaciones difíciles HAZ DE BUSCARLO A ÉL EN LAS MAÑANAS SI QUIERES TENERLO TODO EL DÍA.