Hay una maravillosa fábula que nos habla de una pequeña niña que camina por una pradera, cuando de pronto ve una mariposa atravesada por una espina. Con mucho cuidado la libera y la mariposa empieza a alejarse volando… pero después regresa y se convierte en una hermosísima hada buena. POR TU BONDAD- le dice a la pequeña: TE CONCEDERÉ TU MÁS CARO DESEO.
La niña se queda pensando un momento y replica: QUIERO SER FELIZ. El hada se inclina hacia ella, le murmura algo en el oído y después desaparece súbitamente.
A medida que la niña crecía, nadie en esa tierra era más feliz que ella. Siempre que alguien le preguntaba cuál era el secreto de su felicidad, solo sonreía respondiendo: ESCUCHÉ A UNA BUENA HADA.
Cuando llegó a la ancianidad, los vecinos temían que el fabuloso secreto se fuese a la tumba con ella. REVÉLANOS POR FAVOR, le suplicaron. REVÉLANOS LO QUE TE DIJO EL HADA HACE YA MUCHO TIEMPO.
Lo que para entonces era una encantadora anciana simplemente sonrío y respondió: ME DIJO QUE TODOS, NO IMPORTANDO LO SEGUROS QUE PARECIESEN, TODOS TENÍAN NECESIDAD DE MÍ, PORQUE TODOS NOS NECESITAMOS MUTUAMENTE
MORALEJA: DIJAMOS POR LO TANTO A LOS DEMÁS LO QUE NECESITAN Y ESO NOS HARÁ FELICES.