El hogar es escuela de vida y de amor. Quien dice hogar dice madre, quien es el ser más bello, más noble y más educador sobre la tierra. Hogar sin madre es jardín marchito, noche sin luna, vida sin esperanza, día sin luz. Quien dice madre, a lo más grande que ha creado Dios, lo más parecido a Él, lo más cercano a su corazón. Quien dice MADRE, dice MUJER, BELLEZA, SACRIFICIO Y AMOR.
MADRE es vida, es amor y solo ella, por propia experiencia sabe amar. El ser humano está hecho para amar. Este es su destino, su grandeza, su principal misión. Frente a los rudos mensajes de violencia, que hoy golpean a diario la imaginación del niño, la madre tiene el deber de sembrar cariño, ternura, perdón y reconciliación. De la madre debe aprender el niño a respetar la vida, las normas ciudadanas, la urbanidad, la conciencia social. Va mucho de AMAR A AMAR como media un abismo de SER EGOISTA Y SABER DAR, PERDONAR E INTERESARSE POR LOS DEMÁS. Y DE ESTE AMOR, EL VERDADERO, ES MODELO Y MAESTRA NUESTRA MADRE.
Cuanta necesidad tenemos hoy de verdaderas madres que sepan enseñar a sus hijos a AMAR y a PERDONAR, NO A ODIAR, ENVIDIAR, ROBAR Y ASESINAR.
Cuanta necesidad tenemos de madres, que no gasten su vida, su tiempo y su corazón en vanidades, en la sociedad de consumo, en la calle, en el club o en el cine. El PUESTO IDEAL DE LA MADRE ES EL HOGAR. Allí se encuentra en su lugar adecuado, allí le espera su gran misión: EDUCAR.
MADRE, háblele a su hijo de DIOS. Despierte en esa límpida consciencia la profundidad de la VERDAD Y DEL BIEN que tiene un nombre: DIOS. MADRE ore con su hijo y enséñele a decir a DIOS: PAPÁ y habrá disminuido un futuro habitante de la cárcel, habrá salvado un ciudadano responsable para la patria, un miembro alegre para el hogar y un hijo verdadero para DIOS.
AUTOR: ALFONSO LLANO ESCOBAR S.J