El cambio siempre comienza con un viraje de 180 grados de la ACTITUD hacia lo que uno percibe, siente y experimenta.
El mundo exterior es siempre el mismo mundo para todo el mundo, es lo que sucede dentro de cada uno de nosotros lo que varía y puede cambiar más.
Cambiamos por algo mejor al buscar un nivel de sinceridad más alto en nuestros sentimientos. Y aprendiendo a aceptarnos nosotros mismos y a los demás tal como somos y ellos son, no encegueciéndonos a nuestras faltas y necesidades a causa del temor. Sin esa sinceridad no puede existir un cambio real. En vez de esto nos vemos obligados a repetir las experiencias negativas y a distorsionar el mundo simplemente para probar que teníamos razón, para aferrarnos a un falso sentido de seguridad.