EL MÉTODO DEFINITIVO PARA SER + PRODUCTIVO

CÓMO AUMENTAR TU ENERÍA FÍSICA
Nuestro cuerpo es nuestra herramienta vital y profesional. Cuando nos falla la salud, todo lo demás es secundario, y por ello debemos atenderle y mantener una energía física adecuada que nos permita realizar nuestras actividades personales y profesionales.

Hay una serie de parámetros que debes cuidar:
El descanso: no solo el número de horas de sueño entre 7 y 8 es lo adecuado, sino también su calidad, que te garantizará un descanso reparador

La alimentación: Una dieta sana y equilibrada, comiendo de todo pero sin abusar. Si bien Esto depende de cada persona y lo que debemos intentar es Buscar la fórmula que mejor nos funcione a nosotros.

La práctica de ejercicio, bien yendo al gimnasio o haciendo un deporte que te guste, un mínimo de tres o cuatro veces a la semana.

ALIMENTACIÓN
La alimentación afecta de manera considerable al óptimo nivel energético que mantengamos durante el día, por lo que es necesario planificar una ingesta de alimentos que nos ayude a mantener los niveles de energía durante todo el día.

Y ha sido finalmente, el ayuno intermitente (16 horas de ayuno y 8 para comida) el que más me ha potenciado no solo la energía física, sino también mis capacidades cognitivas.

DEPORTE
El deporte es necesario, pues no solo nos eleva el nivel medio de energía, sino que nos genera un elevado aporte de hormonas (serotonina, dopamina, endorfinas…)

Es necesario practicarlo tres o cuatro días a la semana y es suficiente con 20 minutos por sesión por lo que no existe la excusa de falta de tiempo. Puedes empezar andando a buen ritmo e incrementar la intensidad de manera paulatina.

Son increíbles los grandes cambios de estado físico y emocional que veo en mis clientes cuando introducen los beneficios del deporte en su vida.

Además, como muchos estudios han demostrado, las actividades físicas reparadoras suelen mejorar nuestra capacidad cognitiva posteriormente.

CÓMO AUMENTAR TU ENERÍA EMOCIONAL
Este tipo de energía es, probablemente, el más complejo y apasionante. Podemos y debemos trabajarla, pero tiene una margen de improvisación (algunos lo llaman “fortuna”, y otros, “providencia” que afecta en momentos importantes de nuestra vida, tanto de manera positiva como negativa.
La clave está en observar los momentos negativos desde una óptica constructiva y saber extraer lo positivo que hay en ellos, por oculto que esté y por atrevido que parezca. La energía emocional requiere mejorar nuestra inteligencia emocional, autoconocimiento, empatía, asertividad y automotivación. Crecer en esta habilidad transversal es algo clave para el futuro en nuestra productividad.
“Minimiza el tiempo con los compañeros de trabajo que afectan negativamente en tu estado de ánimo. Haz un esfuerzo intencionado para dedicarles el mínimo posible”.
MICHELLE GIELAN

El primer factor que hay que tener en cuenta con este tipo de energía es el que reza el aforismo griego: “Conócete a mí mismo”. Debemos ser realistas y conscientes de nuestra situación emocional, producto de las relaciones con nuestro entorno directo.

Al mismo tiempo, durante la jornada laboral se desencadenan sucesos que pueden provocarnos emociones negativas y debemos esforzarnos por gestionarlos de manera positiva.

Sin olvidar, por supuesto, que trabajar muchas horas de manera intensa suele esconder falta de método y de productividad, lo que pueda acarrear consecuencias muy negativas en nuestro estado emocional y acabaría mermándonos la energía física y las capacidades cognitivas.

“Para mantener un buen nivel de energía durante el día, Busca fórmulas placenteras (como puede ser tomarte un té o escuchar música) para combinar con momentos de trabajo”
SUSAN CAIN

Frente a esto, debemos potenciar la energía positiva y el optimismo, buscando la automotivación como uno de los ejes de nuestra vida.

No olvides, además, que las actividades reparadoras (como dedicar tiempo a una afición o pasar un rato con tus hijos o amigos) son esenciales para recuperar el equilibrio y comenzar cargado de energía emocional al día siguiente.

Existen muchas técnicas que ayudan a ello, por ejemplo:
- Empezar el día pensando en todo aquello que funciona bien Y de lo que puedes estar satisfecho.
- Pensar que el día te deparará buenas noticias y momentos agradables.
- Tener buen sentido de humor, pues facilita que cualquier problema sea más llevadero.
- Tener control sobre tus pensamientos, ya que están directamente relacionadas con tu estado emocional.
- Buscar la compañía de personas optimistas que te aporten una visión positiva de la vida.
- Aplicar técnicas como la visualización y los anclajes.
- Utilizar un lenguaje positivo y evitar frases con quejas y negatividad.
- Realizar pequeños descansos durante el día que resulten reparadores y nos alivien el estrés que vamos acumulando durante la jornada, son como mini recargas.
- Pensar al acostarte en cinco cosas positivas que hayan sucedido durante el día
