EL MÉTODO DEFINITIVO PARA SER + PRODUCTIVO

ENERGÍA
“La energía, y no el tiempo es la clave fundamental para lograr un alto desempeño, convirtiéndose así en el recurso organizacional más determinante”.
JIM LOEHR

La energía, es el pilar fundamental en cualquier proceso de mejora de nuestra productividad y por ello debemos aprender a gestionarla bien.

Es importante gestionar tres tipos de energía: la física, la emocional y la cognitiva Todas están interrelacionadas y deben estar en buen estado si quieres ser productivo.

Algunas personas invierten un gran número de horas al día, pero son poco productivas por culpa de su estado de energía.

Por el contrario, otras, gracias a un nivel óptimo de energía, logran trabajar ocho horas de manera productiva.

Mejorar tu nivel de energía en cualquiera de sus tres vertientes influirá directamente en tu nivel vital durante toda la jornada laboral, así como en tu capacidad de concentración y de atención plena e, incluso, en tu forma de afrontar los problemas del día a día.
Además, debes ser capaz de dosificar la energía durante toda la jornada laboral para no quemarte en las primeras horas y poder mantener durante todo el día un elevado nivel de desempeño. Esto no solo es aplicable a una jornada de trabajo, sino también a aquellos proyectos que necesiten suficiente energía para poder concluirlos.
En referencia al concepto citado sobre nuestros ciclos vitales, es necesario hacer un autodiagnóstico de nuestros mejores momentos de energía durante el día para así asignarlos a aquellas tareas de más importancia o aquellos momentos donde necesites trasladarles a tus equipos entusiasmo y energía.

En este autoconocimiento también es útil que identifiques qué personas o temas suelen desgastar tus niveles de energía para evitarlos o, al menos, preverlos, como pueden ser reuniones con profesionales tóxicos o visitas a clientes complejos.

A ser posible, trata también de Conocer bien a los miembros de tus equipos para saber qué actividades ayudan a cada uno a recuperar la energía cuando veas que se les agota.

Debemos identificar Qué actividades nos ayudan a recargarnos bajo las circunstancias del nuevo entorno de trabajo. Esas circunstancias, unidas incluso a nuestra personalidad, definirán las actividades de recarga que el trabajo en remoto nos puede demandar.

Me he encontrado con algunas personas a las que la soledad de su propia casa les pide poder tener recargas relacionales durante el día en entorno físico, evitando más contacto digital.

Otra máxima que debes tener en cuenta es la necesidad de Buscar durante el fin de semana actividades que te recarguen la energía, tanto la física como la emocional, y hacer lo mismo durante las vacaciones.

Si no recargamos nuestra energía, Será muy complejo alcanzar nuestros máximos niveles de desempeño, pues nuestro nivel de energía no estará en su estado óptimo.

TRES ENERGÍAS INTERRELACIONADAS
La energía física, la emocional y la cognitiva están interrelacionadas entre ellas, como lo demuestran infinidad de estudios, por lo que debemos desarrollarlas y potenciarlas de manera continua.
No hay que olvidar que la energía de cada persona es un concepto que evoluciona y cambia en el tiempo debido a diferentes circunstancias, como pueden ser viajes, preocupaciones o, incluso, problemas físicos provocados por los cambios de Estación.
La energía emocional es clave y, probablemente, la más difícil de gestionar. La energía física y la cognitiva son más evidentes y hay que trabajarlas, respectivamente, a través de la actividad física y la actividad intelectual (la lectura, principalmente)

La energía emocional está íntimamente ligada a nuestra persona, a nuestras relaciones familiares, sentimentales e incluso profesionales.

El buen ambiente en una familia, la estabilidad en una pareja, la buena relación con tu Superior y el respeto y la empatía con los compañeros en el trabajo son factores determinantes para encontrar la paz y el equilibrio emocional, algo imprescindible para el buen funcionamiento en nuestra vida.
